Significa aceptar al otro sin pasar a llevar su individualidad y dignidad como persona, acatando las normas que privilegian una sana convivencia y el crecimiento armónico de todos los miembros de la comunidad educativa.
Implica la voluntad de la persona para adherir a la realización de una tarea, reconociendo en los actos realizados las consecuencias para su propio bien.
La solidaridad es un valor que se transforma en un principio de vida a través del cual se evidencia la preocupación por el otro y la entrega honesta y justa sin esperar algo a cambio.